En el principio la Palabra existía y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra de Dios.
La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a todos los quela recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. (Ev.: Juan, 1, 1)
La Escritura debe ser el ama de la evangelización: la Palabra de Dios contenida en la Biblia y en la Tradición viva de la Iglesia. (Puebla, 372)
El Espíritu del Señor impulsa al Pueblo de Dios en la historia a discernir los SIGNOS DE LOS TIEMPOS y a descubrir en los más profundos anhelos y problemas de los seres humanos, el plan de Dios sobre la vocación del hombre en la construcción de la Sociedad, para hacerla más humana, justa y fraterna. (Puebla, 1128)
No hay comentarios:
Publicar un comentario