TE VEMOS PADECER
Señor, te vemos padecer... y no decimos nada, no
hacemos nada, no respondemos a tu llamada, no nos comprometemos con acciones
solidarias para evitar que siga sucediendo este crimen impune que, entre todos,
estamos cometiendo:
Te vemos padecer cuando nos
hablas, diciéndonos las mayores verdades que nadie ha dicho nunca y Tú estás
dándote cuenta que apenas atendemos, que no nos enteramos de nada, acaso que no
te escuchamos...
Te vemos padecer, hoy, cada ves
que alguien dice verdades y esas palabras, esas “buenas noticias “o esas
denuncias, son acalladas, manipuladas, tergiversadas... ¡porque no interesa la
verdad!
Te vemos padecer cuando vas
viendo que, después de desvivirte por la gente, siempre, permanentemente...,
hay quienes conspiran contra Ti... y tienes que huir y tienes que esconderte...
Te vemos padecer, hoy, cuantas
veces... hay personas solidarias que no son comprendidas, que son
malinterpretadas, que se les echa de los sitios porque estorban...
Te vemos padecer cuando nos
quieres enseñar que es amando como se pueden resolver verdaderamente los
problemas, los conflictos; cuando te empeñas en decirnos, con gestos y
palabras, que la vida es servicio, es humildad, es entrega... y nosotros
seguimos distraídos...
Te vemos padecer, hoy, en
cuanta gente es obligada a hacer los trabajos más serviles que nadie quiere
hacer, y también tantas tareas no reconocidas, de mujeres y hombres que hacen
posible que la vida sea “cotidiana”, cada día.
Te vemos padecer al pensar que
nos dejas la gran Misión de hacer crecer el Amor hasta los confines de la
Tierra... y tenemos miedo y nos sentimos perdidos...
Te vemos padecer, hoy, cuando
vemos la injusticia que maltrata estructuralmente a un medio mundo, al Sur,
llevando a tanta pobre gente a morir de hambre y desnutrición por causa del
egoísmo humano.
Te vemos padecer haciéndonos la
ofrenda de tu vida, tan temprano, dándonosla antes... de que fuera tarde...;
porque veías que te la iban a quitar, y Tú querías demostrarnos que todo pan,
que todo vino, que todas las cosas... han de ser compartidas; y también que
vivir enteramente es aceptar la muerte que nos llega con libertad, con
esperanza, con amor totalmente entregado.
Te vemos padecer, hoy, cuando
el egoísmo indiferente lleva a la gente a vivir “sin contar con nadie”, sin
pensar en nadie, a vivir “pasando” y haciendo ”oídos sordos” a tanta gente
sola, a tanto desahuciado, a tanta
incomprensión y desesperanza de jóvenes, de ancianos, de niñas y niños, de
enfermos y olvidados, de amas de casa, de obreros castigados, de emigrantes, de
gentes sin futuro...
Te vemos padecer sintiendo la
tristeza mortal de la agonía de tus últimas horas..., viendo venir la traición,
percibiendo el abandono, la falta de apoyo de quienes tenías más cerca, pero se
dejaron dormir.
Te vemos padecer, hoy, en
tantas situaciones de agonía y de desesperación terrible, de quienes no tienen
más armas que las lágrimas; en medio de tantas traiciones, negocios sucios,
pasotismos, cobardías...
Te vemos padecer al ser
aprehendido y enjuiciado en medio de una total conspiración, utilizando falsos
testigos, manipulando el proceso, llevándote
a ser condenado por el manifiesto interés de unos cuantos.
Te vemos padecer, hoy, cuando
por la crueldad y la injusticia de tantos poderes, más o menos ocultos, se
condena, sin derecho a defenderse, a todos quienes se enfrentan y no se dejan
arrastrar... por el “sistema establecido” por los “dueños” del poder y los
dineros... que pretenden ser “amos del mundo” aunque para ello haya que llevan
la muerte a toda vida; incluso los ríos, los bosques y hasta el aire...
Te vemos padecer siendo sujeto
maltratado en todos los sentidos: latigazos, escupitajos, burlas, heridas de
espinas y heridas de abandonos y negaciones. Nadie te apoya, nadie te tiende
una mano...
Te vemos padecer, hoy, en
situaciones tan parecidas... ¡de ese medio mundo!, de esa paciente humanidad de
millones de criaturas cruelmente maltratadas, tantas veces, diariamente, y
condenadas a sufrir para que unos pocos disfruten de todo lo que se les
antoje..., porque otros preferimos “no
meternos en líos” y, cobardemente, les dejamos...
Te vemos padecer cargando con
la cruz, que te hace caer una y otra vez: ¡es demasiada carga para un ser humano tan maltratado, tan llevado al extremo de la vida! ¡No es
posible, no puede darse más crueldad!.
Y te vemos padecer, como si
nada. No intervenimos, huimos... casi todos. Es tu hora de ascenso hasta el
Calvario.
Te vemos padecer, hoy, también
hoy cargas con la cruz; esa cruz que se convierte... en un recuerdo que puede
ser “muy peligroso”, pues nos llama a la
solidaridad con los oprimidos.
¿Quién va a echar, ahora, una
mano? ¡Ya no puedes cargar con tanto peso!
Te vemos padecer: ahora Tú
estás desnudo, junto a la cruz desnuda. Y eres clavado en la cruz y así la
llenas de sentido: Eres el Cristo que das la vida, que te desvives de Amor ¡por
todo el mundo!.
Te vemos padecer, hoy, Señor y
nos quedamos... callados, como esperando que Tú hagas, que sigas redimiendo...
a la esta Humanidad; pues no llegamos a
meter en nuestras vidas el Mensaje de tu vida, del todo Amor que llega a poner
¡Vida en la muerte!
Amén.
(José-María Fedriani)
இڿڰۣ-ڰۣ—Feliz Semana Santa.
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─═☆MaRiBeL☆═─