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martes, 21 de agosto de 2012

POEMA PARA ORAR



          HAMBRE DE ESPÍRITU

              Para sentir tu Espíritu, Dios mío,
              quisiera ser un árbol
              que lo estremece enteramente el aire,
              quisiera ser un cántaro
              para abrazar el agua de tus mares.
              Quisiera ser mil támaras
              para arder por los cuatro costados.
              Quisiera ser un cauce
              para sentir tu Río como un hacha
              romper la roca dura de mis males.
              Para sentir tu Espíritu, mi Dios,
              quisiera ser vela o tener alas
              para orientar mi rumbo hacia tu Sol,
              entre las tempestades y la calma.

       Quiero ser como soy, mi Señor,
       para decirte cada día que vengas hoy
       con gritos desgarradores o con lágrimas.
       Que vengas como lluvia limpiadora,
       como luna de mis noches
       y con mis sombras.
       Como ahuyentador de mis razones
       y fantasmas,
       como exorcista de mis demonios camuflados,
       de mis clarísimos pecados
       que no quiero y me ganan.

Ven, Espíritu de Dios,
como viento enfurecido.
Ven como bálsamo y tomillo
a adelantar tu Reino,
y a aliviar estas llagas.
Ven para apagar el fuego
de mi carne
y abrasarme en el incendio
de tu Amor y tu Palabra.
Ven como gozo
en mis tristezas y cansancios.
Ven como fortaleza
en mis quebrantos,
como intensa claridad
en mi ignorancia.
Ven como suave brisa
de los campos.
Ven para amansar mis iras y mis ansias.
Ven como rayo
para matar a prisa
mi locura.
Ven para poner tu vista
en mi ceguera,
para tornar mis asperezas
en dulzura y bonanza.
Ven Espíritu de Dios
como guerrero
para vencer mi ejército
cobarde y altanero.
Ven para convertir todos mis males
en soldados valientes y humildes
de tu Reino.

                                                 Pedro León Moreno

(del libro de poemas “Con Dios en la mochila”)

2 comentarios:

  1. '...Tanto quisiera ser si aún no lo sea
    que me arrastre sin pausa ni remedio
    a tu encuentro, Bondad, por que lo veas...'

    Perfectos desideratum. Buen poema

    Un abrazo

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  2. Precioso.
    Que el palpitar de Dios siempre lo sintamos en nuestro corazón.
    Un abrazo para ti y lo mejor de la vida.
    mar

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