EN POSITIVO
Aún sin quererlo, cada día, todos los días, estamos oyendo noticias poco agradables: que si la violencia se lleva por delante a más vidas humanas, que si sube el desempleo (que es otro modo de atentar contra los más indefensos), que si...
Pero, y esto merece la pena: no todo lo que pasa en el mundo es malo e ingrato.
Recientemente ha llegado a mis manos un libro, que he estado hojeando ya varias veces, editado por Manos Unidas, que leva el título de “50 historias de solidaridad”. ¡Valla maravilla!
Comienza con un poema de Eduardo Galeano:
“La utopía está en el horizonte.
Camino dos pasos,
ella se aleja dos pasos,
camino diez pasos y el horizonte
se aleja diez pasos más allá.
¿Entonces para que sirve la utopía?
Para eso, sirve para caminar.”
Nos pone “en la pista” de cómo hay que andar la vida: con confianza, esperanzadamente. ¿Qué, si no, podemos hacer en nuestro cotidiano avanzar (tantas veces pintado de gris-crisis)?
El libro está lleno de historias (acompañadas de acertadas fotografías). Unas me parece, quizá, más cercanas que otras, pero todas exhalan positivismo. Y detrás de cada historia, un testimonio vivo de hombres y mujeres que creen que otro mundo es posible; y porque lo creen, lo buscan, pelean por él, se entregan con ilusión y alegría, con coraje y amor.
Opción radical de solidaria generosidad que, con simbólica palabra, nos lo expresa Pedro Casaldáliga:
“ Con mi pueblo en lucha, vivo.
Con mi pueblo en marcha, voy.”
Y lo mejor de todo: estas personas nos dan “pistas” para alegrar toda la perspectiva que podamos tener al mirar al mundo. Al respecto, me encanta la frase que deja Edwin Novoa, al contarnos su experiencia en Nicaragua: “Yo sí que sé lo que voy a hacer. Estos hombres y mujeres, mis hermanos, tienen que creer en ellos mismos. Si yo fui capaz, ellos también. Tienen que descubrir que pueden tomar las riendas de su vida y que pueden hacerlo...”
José-María Fedriani
Fundamental creer en uno mismo. Después de eso, la fe mueve montañas.
ResponderEliminarUn cordial saludo de Marpín y La Rana