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sábado, 25 de mayo de 2019

UNA PREGUNTA GRANDE



CRIATURAS… 


Niños que nacen muriendo. Niños que mueren unas horas después de haber visto la luz. Niños que no llegan…



¿Acaso han cumplido su misión… ¡diciéndonos (aún sin pronunciar una palabra) que el mundo es injusto, que la vida es frágil, pasajera, qué somos carne mortal!?



Hay realidades difíciles, tal vez imposibles de entender. Al menos desde criterios humanos. ¿Nacer para morir?




Niñas y niños mueren, ¡cada día, cada hora, cada minuto! Tienen un nombre, son personas: Ángel, Daniel, Paola, Julien, José, María, Raúl, Luisa…

Y si las criaturas que nacen muriendo en los países del Sur, acaso en medio de la guerra… (dónde cada día es peligroso) hubiesen venido a la vida en un país rico del Norte, rodeado de confort y bienestar ¿cuál hubiese sido el resultado de esa inapelable realidad?

                  



¡Angustia sin límites! ¿Por qué?, ¿quién tiene la culpa?, ¿la tiene alguien…?


¿Dónde está Dios-Padre-misericordioso? ¿Por qué guarda… ¡tanto silencio!? ¿O son nuestros oídos que, de tanto ruido exterior…, están ya sordos?


Pues, si Dios está en el corazón de cada ser humano…, ¿por qué no nos paramos a oírlo?

Injustamente murió Jesús de Nazaret. Por amor…., pero muy injustamente. Y el Padre-Dios también, enmudecido, evitó decir alguna palabra entendible. ¿O sí habló, aunque no estuvimos suficientemente atentos para entenderlo? Pues si Jesucristo era la Palabra ¿qué más Verbo esperábamos si todo estaba dicho con aquella entrega de Amor total?


El camino hacia la vida eterna es nuestra condición humana. No hay más andadura, no hay más travesía que esta tierra que pisamos (caminata que, a veces, pareciera que se trata de un “valle de lágrimas”). A veces no es posible librarnos de beber el cáliz del dolor y el sufrimiento. ¿Por qué lo quiere Dios? O acaso… ¿por qué, sin Él quererlo, lo permite para que podamos comprender el gran Mensaje de que detrás de la cruz ¡está la salvación!?



JMF - 24 mayo 2019.