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domingo, 23 de octubre de 2011

DOMUND

Pregunta:

El hijo de Dios se hizo un hombre, un ser humano ¿para qué?



Respuesta:

Porque siendo nuestro Padre, nos quiere a todos hermanos.




NUESTRA CASA TAMBIÉN

HA DE SER MISIONERA



Somos miembros de una Iglesia que existe para dar a conocer a la Humanidad el Mensaje de la Salvación:

Todas y todos, por el hecho de ser cristianos, hemos de sentirnos impulsados a transmitir la Buena Nueva de que DIOS NOS AMA.

Esta buena noticia es para todos. Ha de ser comunicada A TODOS: hombres y mujeres de TODO LUGAR. A quienes están a nuestro alrededor y a los lejanos. Sin omitir a estos ni descuidar a aquellos. Sin hacer distinciones por el sexo o la raza, el color de la piel o la edad, la condición social o cultural. Ningún ser humano nos ha de ser ajeno.

La misiones no son una consecuencia del crecimiento, de la expansión de una Iglesia muy fuerte; sino que son una condición fundamental para que cualquier Iglesia, por muy pobre que parezca, sea la Iglesia de Jesús.



(Contraportada en Revista de OCASHA nª 140 II-2011)

sábado, 22 de octubre de 2011

FELICITACIONES

BIENAVENTURANZAS

DEL PUEBLO CRISTIANO



1. Feliz aquel que ama a Dios y vive, por la fe, en su presencia.
    - El que cree, ora y tiene tiempo para participar de las celebraciones de la comunidad.

2. Feliz aquel que reconoce a Dios como el Padre que cuida celosamente de sus hijos.
    - No hagas de Él un negociante, recordándolo sólo a la hora de pedirle favores y a cambio de las promesas que le hagas.
3. Feliz aquel que ha descubierto que el verdadero Dios camina con el pueblo y quiere su liberación.
    - No digas que es voluntad de Dios la explotación, la miseria, la injusticia, la existencia de ricos y pobres.

4. Feliz aquel que sabe que seguir a Jesús es vivir en comunidad, siempre unido al Padre y a los hermanos.
    - No te engañes: quien se aleja de la comunidad, en busca de ventajas personales, se aleja de Dios; quien persigue a la comunidad, persigue a Dios.

5. Feliz aquel que respeta y trata a todos como iguales, como hermanos de verdad.
    - No es verdadero cristiano quien desprecia al indio, al negro, al peón, al anciano, a la prostituta, al pobre.

6. Feliz aquel que confía en los compañeros. "El mundo será mejor cuando el menor que padece sepa confiar en el menor".
    - No confíes en las promesas de los grandes. No pretendas apoyarte en "árbol que da mucha sombra". "Acuerdo" de patrón y trabajador no puede dar resultado.

7. Feliz aquel que cree que la vida y el buen nombre de los compañeros vale más que todo el oro del mundo.
    - No es cristiano el que se deja llevar por la venganza, el que no sabe perdonar, el que levanta falso testimonio, el que traiciona a los compañeros.

8. Feliz aquel que ama y respeta a su familia: el marido, la mujer, los hijos, los padres.
    - No estropees tu vida y la felicidad de tu familia con tiranías, con el juego, en borracheras, en la prostitución.

9. Feliz aquel que sabe que su dignidad personal es sagrada.
    - No vendas tu conciencia, tu libertad, tu voto, por dinero, empleo, ventajas.

10. Feliz aquel que ha descubierto que la verdadera religión consiste en amar a Dios como Padre y al prójimo como hermano:
    - trabajando por el Reino de Dios
    - estando siempre al lado de los más débiles
    - no acobardándose nunca, ni siquiera en las dificultades y
      persecuciones
    - luchando por la Liberación, en las organizaciones populares, en el 
sindicato, en la política, en la comunidad.


                                                                       Pedro Casaldàliga

CONVIVIMOS...


COMPARTIENDO

EXPERIENCIAS  Y  ESPERANZA



Siendo conscientes de que estamos en un momento especial en el que tenemos que aclarar nuestros criterios (respecto a nuestro modo de ser iglesia, lo cual va paralelo a nuestros compromisos con el mundo en que vivimos), un grupo de personas con la viva inquietud de hacer lo posible porque el mundo sea más justo y solidario, nos hemos reunido para compartir sueños, experiencias y esperanzas.

La convivencia ha sido fructífera y muy satisfactoria. Además de volver a descubrir, al compartir la ilusión de estar juntos, que no somos islas y que existen más personas... que ¡estamos en lo mismo!, la jornada nos ha ayudado a poder compartir nuestros estados de ánimo, a cuestionarnos donde estamos, qué queremos...

El tema de estudio-reflexión con el que hemos orientado la jornada ha sido: CLAVES PARA VIVIR EN IGLESIA “PUEBLO DE DIOS” (utilizando como base el libro “Otra Iglesia es posible” de Joaquín Perea). 

Sabemos y vemos claro que la Iglesia que quiso Jesús, como auténtico ser viviente, es igual a sí misma precisamente en su constante renovación. Y que esa tarea de adecuar la Iglesia hoy al proyecto de Jesús, desde la necesaria conversión y el despertar al espíritu misionero, es algo que nos toca directamente a todas y todos quienes somos el Pueblo de Dios.

Los creyentes, somos ciudadanos del mundo y de la Iglesia. Como parte de la Iglesia, que es y ha de ser “Sacramento de la Salvación”; osea “Signo visible del Amor de Dios” a todo el género humano, sin distinción. Quienes formamos y conformamos el pueblo de Dios no sólo somos receptores pasivo de los dones de la salvación y de la palabra de Dios, sino que nos corresponde participar activamente en la tarea de anunciar, denunciar, construir.

Como creyentes en Jesús y su mensaje, nos sabemos “laicos” para “servir”. Existen espacios dónde podemos estar presentes (15-M, ¡Democracia real ya!, ONGs, movimientos donde se puede actuar desde diversas dimensiones (incluso partidos políticos), aún anónimamente.

Desde el ir descubriendo que “Dios camina con nosotros” y nos acompaña en nuestros procesos, vamos sabiéndonos porción de humanidad que se ha sentido llamada por Dios para ser signo eficaz de salvación, sabemos que hemos recibido la directa invitación para “significar”, desde nuestros grupos, que Dios está salvando...

La credibilidad del Evangelio, en el mundo de hoy (sin dejar de ser fieles a sus orígenes), depende del modo de presencia (con participación) de nosotras y nosotros, testigos creyentes, en todas las realidades vitales de la Iglesia “encarnada” en el mundo.

Nos toca ser punto de referencia de una fraternidad sin barreras, abierta universalmente a toda la humanidad, hemos de ser signos de Esperanza.

Concretar nos lleva a compromisos: ¿cómo alentar nuestra esperanza?, ¿qué hacer a partir de hoy?, ¿cómo nos podemos ayudar a vivir nuestro sentirnos Pueblo de Dios, desde nuestros grupos, que además de lo “afectivo” tengan algo de “efectivos”, ¿qué nos es  posible, aquí, ahora?

Algunas cosas sí que tenemos claras: nos merece la pena encontrarnos, compartir nuestras vivencias... (también espirituales; regalándonos, mutuamente, la que es la “clave” de nuestra existencia, en la nuestra fe cristiana); participar coordinada y activamente, en aquello que podamos; asumir algunas tareas de animación y concienciación (las que sean posibles, donde sea posible): nuestra disposición es seguir colaborando en la construcción del “mundo Nuevo” que esperamos. Pero, para avanzar eficazmente, tenemos que invitar a más y más gente a que nos demos las manos y unamos esfuerzos.

¡ESE MUNDO MEJOR TIENE QUE SER POSIBLE!


                                                  José-María Fedriani

viernes, 7 de octubre de 2011

INVITACIÓN

Para todas esas personas (hombres, mujeres, familias...) que se estén planteando la posibilidad de llevar a cabo una labor de voluntariado, cooperando en la promoción humana y el desarrollo integral en países del Sur, la ONGD OCASHA-Cristianos con el Sur, invita a un encuentro de fin de semana (del 11 al 13 de noviembre). Una experiencia que seguro merece la pena.



¿Cómo andas de inquietudes?

lunes, 3 de octubre de 2011

AQUI Y AHORA...

SOÑAR EN MEDIO DEL CAMBIO


Vivimos en medio del cambio. Los valores, las creencias, los modos de vida... ¡todo cambia! Nuestro mundo, nuestra realidad es cambiante. En las últimas décadas hemos visto asombrosos avances científicos, tecnológicos y de comunicación; a la vez que grandes ambrunas, terroríficos conflictos armados, desorbitadas migraciones de pueblos enteros de unas a otras zonas de la tierra.

Paralelamente asistimos a la motificación de las bases éticas que sustentan las sociedades, abandono masivo de los valores humanos y religiosos, sobre todo en Occidente, que repercuten profundamente en nuestras maneras de vivir. La juventud se niega a aceptar la existencia de un Dios, mientras adora a otros ídolos tremendamente ridículos o acaba creyendo en absurdas supersticiones. Parece que, en tantos casos,  al perder la fe, también se ha perdido la ilusión por luchar por un Mundo Mejor.


Se habla de democracia más que en ninguna otra época de la historia, pero se convive con estructuras totalmente dictatoriales y llenas de corruptelas; mientras se declara que todos los seres humanos somos iguales, muy pocos son los países donde se cumplen los declarados Dechos Humanos.


El mundo avanza ¡que es una barbaridad! Los avances científico-tecnológicos y médicos nos sorprenden cada día; pero no nos llenan de una tangible esperanza, pues vemos que las hambrunas, la malaria, la falta de agua potable...  siguen matando a millones de personas cada año.


El mundo es cada vez más un solo mundo, globalizado e intercomunicado. Pero también cada vez más dividido y lleno de contradicciones. Nos encontramos rodeados de desigualdades e injusticias institucionalizadas, casi siempre bajo la sombra de políticas neoliberales que hacen de las personas sólo números o cosas al servicio de una sociedad mercantilista y consumista, dónde impera el poder del dinero y todo el mundo se convierte en “algo” con un fin lucrativo.

Ante todo esto, hay quienes se revelan, quienes se indignan... deseando vivir en la coherencia.  Seguramente es motivo de esperanza; pues quiere decir que no todo está perdido. ¡Aún es tiempo para la Esperanza!


 

Oye:

¿Cómo te sitúas tú, aquí, ahora, ante esta sociedad cambiante?, ¿cómo vives tantas constradicciones que te llevan a desesperarte, mientras quieres creer que otro Mundo Mejor es posible?